En esta época, la de Navidad. Normalmente se cogen unos kilillos entre la noche buena, noche vieja, la cabalgata y lo que nunca falta, los mantecados. Es decir, en estas épocas, digamos que perdemos un poco la dieta que hemos estado intentando hacer durante todo el año. Todo nuestro esfuerzo lo solemos desaprovechar en diciembre. Siempre decimos: esta Navidad lo prometo que voy a seguir a dieta. Pero la dura y triste realidad, es que es mentira siempre comemos y comemos, y el resultado es que engordamos. Entramos en depresión, y nos proponemos que el año que viene no vamos a comer nada que engorde mucho y tenga demasiadas grasas. Pero todos sabemos que no, que nunca cumplimos. Y el próximo año igual, y nos damos cuenta de que el propósito que teníamos se fue a un lugar que nunca encontraremos. Aunque nos esforcemos mucho en no coger kilos l@s suegr@s siempre nos van a invitar a un dulcecito, unas cañas, y después nos toca invitar a nosotros. Y ni hablar del ejercicio que prometimos hacer. Que no hemos hecho ni la mitad.
Además de los kilos, siempre hay otro tema muy importante, el dinero. Hay gente con mucho dinero, que en Navidad se pone a regalar jamones. A los que se lo regalan bien que lo disfrutan. Eso está muy bien que regalen jamones y todo eso. Claro sobre todo cuando es a ti si es al revés la gracia un poco (bastante) se le va. Cuando te reúnes con toda la familia, todos los regalos que hay que comprar, Las cosas de la cena y cosas así. Al fin y al cabo, acabas gastándote en un mes todo lo que has conseguido en todo el año.
Y otra cosa muy curiosa, es de donde salen los mantecados de nuestra casa. Pues nadie tiene ganas de ir a la fábrica a comprarlos. Así que salen del hermano de nuestro amigo, nuestro primo o cualquier conocido o de personas cercanas, que está vendiendo mantecados porque quiere irse de viaje de fin de curso. Y por eso en todas las casas tenemos mantecados.
Ya ni me paro a hablar de la decoración, porque si comparamos la decoración de otros países, que es toda la casa llena de luces, que parece salida de una película. Pero aquí en España vas paseándote por las calles, y lo único que te encuentras es un Papá Noel colgado de la ventana.
Y estas son las navidades en España, ¡únicas en todo el mundo!
Autora: Sandra Andrés Medina