Había una vez, un perro y una tortuga. La tortuga se llamaba Lina y el perro Obi. Un día, Lina salió de paseo para coger algo de comida, pero se encontró con su amigo Obi, que la quería atacar. Y, como ella era muy lenta,el perro la cogió y se la llevó en la boca a su casa.
Por el camino Lina le preguntó:
-¿Por qué me traes a tu casa?
El perro respondió:
-¡Porque no tengo comida y estoy enfadado!
Lina dijo:
-Tengo que decirte tres cosas. La primera ¡Soy tu amiga y no tienes que pagarlo conmigo! La segunda, cuéntame lo que te pasa y lo podremos solucionar. Y la tercera, si lo que tienes es hambre, puedo compartir mi comida contigo, así lo podremos solucionar.
El perro se quedó sin palabras, soltó a Lina,le pidió perdón y le dio las gracias por compartir su comida con él.
Así, la tortuga y el perro se fueron a por comida. Los dos amigos fueron felices y comieron perdices .
Y así acaba esta linda fábula.
MORALEJA:
Si alguien está triste o enfadado, casi siempre tiene un motivo para estarlo. Detenle y habla con él/ella sobre el asunto y todo se arreglará.