La importancia de la lectura en Educación Primaria

Inés
11 minutos de lectura

Una de las mayores y más importantes asignaturas pendientes de la Educación Primaria es la lectura.

 

Siguiendo una línea temporal en la educación, en Educación Infantil se trabaja la pre-lectura de una forma atractiva, lúdica y motivadora. Los docentes de educación infantil hacen un primer acercamiento a la lectura de forma magistral. A pesar de las dificultades evidentes, los niños no tienen hábitos, no saben leer, …  aprenden a adorar los cuentos, a hacer cómo que leen visualizando los libros, imaginándose y reproduciendo los diálogos, escuchando cuentos encantados… Se puede decir que los niños ya quieren aprender a leer para poder disfrutar plenamente de esos maravillosos libros en cuanto dominen el arte de las letras.

Sin embargo, cuando los alumnos llegan a Educación Primaria, cuando por fin van a aprender a leer y saborear lo que en infantil han soñado… la lectura se convierte en una obligación más. Es, por lo tanto, un enfoque erróneo de la lectura, si queremos conseguir ávidos lectores en el futuro.

Desde que el niño nace tenemos la oportunidad de fomentarle el encanto de la lectura. Sin embargo, desde que entra en la escuela y, más aún a partir de las edades de 6 a 12 es cuando debemos sembrar el hábito lector. Es en este momento tan crucial cuando el niño va a automatizar esa conducta o no.

Los factores que ayudan a que nuestros alumnos lean cada vez menos son:

  • A medida que van creciendo, su interés por la lectura va desapareciendo.
  • Vida estresada: cargamos su vida con tareas escolares, actividades extraescolares y un sin fin de acciones que no permiten que el niño se aburra y desarrolle su creatividad. Debemos, por tanto, dejar un tiempo libre para el aburrimiento y el juego libre. No se trata de no hacer nada en toda la tarde ni de saturar la tarde de actividades. La virtud está en el término medio, ¿no?
  • Tienen a su alcance dispositivos electrónicos desde edades muy tempranas y en muchas ocasiones sin suficiente control parental.
  • Queremos que nuestros hijos se habitúen a la lectura y no tenemos en cuenta que aprenden muchísimo por imitación. Los adultos debemos predicar con el ejemplo. No hace falta que sea un libro, puede ser un periódico, una revista, un cómic, pero una rutina de lectura es necesaria en casa. Hemos de darle valor a la lectura dentro de nuestras vidas y la de nuestros hijos.
  • Entiende la lectura como una obligación, una tarea de la que, además, en muchas ocasiones cuelga un trabajo escolar. Si nos obligáramos a los adultos a hacer un trabajo del libro que se lee, seguro que leíamos muchísimo menos.

Partamos de la experiencia, del buen lector y preguntémosle:

¿Por qué te gusta leer?

La respuesta es la clave de la innovación en la lectura, de la introducción del elemento motivador. Leemos y nos gusta leer por disfrutar. Nos emocionamos con historias que nos llegan, que se acercan a nuestros intereses y nuestras ilusiones, nuestros gustos al fin y al cabo.

Es por ello que hemos desarrollado en el aula una metodología rutinaria y motivadora. Y con esas dos claves, vamos a desarrollar nuestro método.

Además, para motivarnos necesitamos una parte fundamental de la motivación, sin la cual no existe: el amor y la emoción. Yo me enamoro, me emociono de una historia, la vivo, la disfruto. O la odio y no soy capaz de leerme ese libro peñazo.

Para hacer que nuestros alumnos amen la lectura debemos partir de las premisas del amor y la emoción:

  • Sabiendo que aprenden por imitación, nuestra actitud debe ser su guía. El docente es el primero que debe disfrutar con la lectura, hablar de sus experiencias cuando era niño y compartir el momento como uno más del grupo.
  • Nada de obligatoriedad, no se pueden mandar trabajos de la lectura. El objetivo es hacer lectores, pues todo lo que realicemos tiene que buscar ese objetivo.
  • La temática de la lectura debe estar adaptada a sus intereses y gustos.
  • No se proponen incentivos externos: el único placer que se busca es el de disfrutar leyendo.
  • No se penaliza si el alumno lee de más en casa. Leer dos veces es un placer que hay que aprender igualmente.
  • Leer cuando queramos, donde nos apetezca, como queramos y lo que nos apetezca: cualquier momento es bueno para leer. Si el día está soleado y la situación lo permite, salir con los alumnos a un sitio agradable para leer en grupo o de forma individual es una buena opción.
  • Para mantener la atención y la motivación, previo a la lectura, durante y después de la misma, se realizan preguntas y/o comentarios para que los alumnos que se hayan perdido en la lectura o no hubieran podido leer, puedan recuperar el hilo y seguir con la actividad.

Los objetivos de nuestro método son:

  1. Crear un hábito de lectura entre nuestros alumnos
  2. Mejorar el nivel de comprensión lectora y de entonación de forma directa
  3. Trabajar la lectura de forma dinámica y transversal en lengua y en todas las áreas. La lectura y la comprensión lectora es el hilo conductor de todas las materias. Como debe ser la lectura: envolvente: toda la lengua debe basarse en ella, de hecho en muchos casos lo hacen las demás asignaturas, áreas y actividades (todo se da en libros escritos, que hay que leer) que al niño le guste leer es la base de su futuro académico.
  4. Hacer de la escuela un espacio de disfrute para el alumnado.

¿Cuándo vamos a leer?

  1. De forma rutinaria. Todos los días le dedicamos 10 minutos a una lectura
  2. que nos guste, nada de libros impuestos, los alumnos eligen el libro que quieren leer
  3. Se fomenta la lectura de forma rutinaria todos los días al empezar la clase. De esa forma saben que lo primero que van a hacer en el cole no es tarea ni explicaciones, van a disfrutar un ratito
  4. Se ofrece que lean en casa un poquito, aunque al día siguiente se retome o se comente lo leído en casa para que nadie se pierda

¿Cómo lo hacemos?

Con afectividad: desarrollamos las emociones, nos ponemos en la piel de los protagonistas, vivimos lo que ellos viven.

Dificultades

  • Escasos recursos en la escuela
  • Desactualización
  • falta de inversión en bibliotecas

Soluciones

  • Préstamos
  • Internet
  • Bibliotecas gratuitas
  • Autores que ofrecen sus obras desinteresadamente
  • Dispositivos electrónicos

¿Qué conseguimos?

Conseguimos que la lectura empiece a ser:

  • Adaptativa: se debe adaptar a los ritmos de los niños, se debe de dar libertad, que no es lo mismo que libertinaje
  • Motivadora: el tema lo eligen los niños
  • Activa: se lee, se comenta, se permiten comentarios de emoción, de intriga, de ilusión,…
  • Lectura-pensamiento-aprendizaje-motivación-comprensión. Nos evadimos pq no nos gusta
  • Objetivo de la lectura es el placer: no podemos pedir trabajos para valorar la lectura o la comprensión. El placer de leer 10 minutos en clase todos los días debe ser el objetivo de la actividad. Crear hábito lector y gusto por la lectura no se hace desde la obligación de un trabajo. Los adultos que leemos lo hacemos por el placer de trasladarnos a un mundo diferente que el libro nos ofrece. Nadie leería si le obligaran a realizar un trabajo obligatorio.
  • Cuándo hacerlo: yo he trabajado la lectura desde primero a sexto, todos los cursos de primaria te permiten 10 minutos de lectura al día. Normalmente, y para establecer una rutina atractiva, lo hacemos nada más llegar a clase. Así, ellos relacionan llegar a clase con una actividad atractiva sin “tareas”. A veces salimos al recreo a leer todos juntos o cada uno por su cuenta. A veces se releen libros que nos gustan, a veces ellos me piden a última hora salir al patio a leer, pq aprenden a disfrutar de la lectura en un entorno agradable: en invierno al sol, apetece muuucho. En verano bajo la sombra de un árbol (que por cierto, pocos árboles hay en los colegios, qué lástima)
  • Y recordemos que en el futuro:
    • El gran lector puede no acabarse un libro, si no le gusta, debemos dejarlo no seguir leyendo y empezar otro
    • El gran lector puede tener épocas que no lea
    • Si hay que estudiar y hacer exámenes no se le debe obligar a leer todos los días
    • Los niños aprenden (en muchas ocasiones) por imitación, por lo que no hace falta que lo obliguemos a leer, sólo necesitamos ponernos a leer nosotros y el querrá hacer lo mismo que sus padres.
    • No podemos imponer temáticas y libros que a nosotros nos parezcan interesantes. Cada uno debe descubrir sus propios gustos, incluso una misma persona va cambiando de gustos con el tiempo. O dicho de otra manera: va descubriendo nuevas cosas que le gustan con el tiempo que antes no le gustaban o creía que no le gustaban o no tenía la madurez necesaria para entenderlas.

 

Enlace a la presentación

 

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