Protocolo: «¿cómo estás?

Inés
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Interesante artículo de Mariana Morales para acompañar a nuestros alumnos en su día a día ahora que las cosas se han vuelto del revés.

No sólo somos docentes, también somos amigos, confidentes, compañeros, asesores, tutores, … también son nuestros alumnos y los queremos. Acompañarlos lo máximo posible, escucharlos desde la distancia y animarlos también es nuestra labor.

Este artículo ofrece una modalidad de acompañar a nuestros alumnos en su nueva situación social y familiar a la paz que le seguimos dando apoyo escolar. Yo lo he adaptado a mi forma de trabajar y, si es verdad que estoy pendiente de ellos todos los días, no me he encargado de unos cuantos, sino que les ofrezco a todos un modo de comunicación para que sepan que seguimos guiándolos es su proceso de aprendizaje y en su vida.

La realidad es que todo ha sido muy rápido y no nos ha dado tiempo a reaccionar, a pesar de que la información estaba ahí. Todos conocíamos las noticias internacionales, pero no pensamos nunca que la realidad de volviera tan distinta de un segundo a otro como ha sido.

A muchos alumnos y familias, la falta de formación en tecnologías les ha sorprendido y bloqueado y, a pesar de que nuestros alumnos son la llamada «generación tecnológica», la realidad es muy distinta.

Muchos no tienen formación ni experiencia, en casa no siempre hay ordenador para que todos trabajen a la vez y, sobretodo, estamos muy acostumbrados a: «lee libro, haz las actividades 1, 2, 3, 4 y 5». Aprender es un objetivo todavía no alcanzado en la escuela tradicional y, los padres, alumnos que fueron de esa escuela, se pierden en una escuela innovadora y tecnológica y con interés en el aprendizaje y que ofrece millones de alternativas a la educación tradicional que forzósamente, por las circunstancias actuales, se ha quedado fuera de juego.

Os dejo con un párrafo muy bonito del artículo que os he indexado, quedémonos con eso, con te pregunto cómo estás, cuando lo que te quiero decir es «estoy contigo». 

 

En tiempos de cuarentena, la vida escolar y académica debe adaptarse,flexibilizarse y reencontrar sus valores esenciales de cuidado integral de la persona y acompañamiento en su crecimiento. El estado emocional de la persona determina su apertura a cualquier aprendizaje. La compasión y la escucha deben ponerse en el centro de las comunicaciones entre la comunidad educativa.

 

 

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